Desde el Consejo de la Juventud de Castilla y León lanzan la campaña #HablemosDeSaludMental con el fin de poner en el foco la importancia de atender a las necesidades de las personas jóvenes.
Tras más de un ano de pandemia provocada por la COVID-19, las restricciones en relaciones sociales y de movilidad, el uso obligatorio de mascarillas y las continuas informaciones y actualizaciones de datos sobre el virus han conllevado a que los españoles a un estado de malestar y nerviosismo, denominado como “fatiga pandémica”.
Cabe destacar que las generaciones más jóvenes han experimentado las consecuencias de la fatiga pandémica en mayor medida, situándose como el colectivo más vulnerable ante la presión producida por las restricciones sociales, entre otras. No obstante, ya antes del brote del covid-19 un número significativo y cada vez mayor de jóvenes expresaban su preocupación por la prevalencia de problemas de salud mental como el alto estrés, la ansiedad, la depresión y otras enfermedades mentales.
Concretamente, el trastorno de ansiedad es uno de los trastornos más frecuentes que condiciona la salud mental de la juventud en la situación previa a la crisis. En 2020, según el Instituto Nacional de Estadística, han aumentado los intentos autolíticos en un 250% en personas jóvenes, siendo el suicidio una de las primeras causas de mortalidad externa en las personas jóvenes. Además, los trastornos de conducta alimenticia han incrementado un 826% durante la pandemia.
Por todo ello, desde el Consejo de la Juventud de Castilla y León reivindican la importancia de romper tabúes sobre la salud mental e introducirla en el debate público; reforzar los recursos destinados a personal dedicado a la salud mental tanto en el sector público, como en entidades del tercer sector; establecer servicios de atención psicológica enfocados a las personas más vulnerables, estableciendo un servicio y difusión específica para personas jóvenes; garantizar que los recursos públicos de salud mental estén disponibles para personas jóvenes; establecer servicios permanentes gratuitos de atención psicológica especialmente dirigidos a personas jóvenes; desarrollar campañas de sensibilización para la prevención del suicidio y realizar estudios que tengan en cuenta la influencia de las condiciones socioeconómicas, así como las discriminaciones múltiples en el estado de salud mental de las personas jóvenes de Castilla y León.
